En este último Documento pone como principal en la formación ¨el sumergir a los religiosos en la experiencia de Dios¨y está tomado del documento Dimensíon contemplativa 17. Allí en vez de ¨sumergir a los religiosos¨pone: ¨calar a los religiosos en la experiencia de dios¨. A mi me parece que calar dice más que sumergir, pues hay piedras que llevan años y años dentro del agua y sacándolas fuera, al partirlas aparecen por dentro totalmente secas.
En la dimensión cultural e intelectual de la formación muchos podemos tener o haber tenido enormes dificultades y hasta casi o total imposibilidad. Pero para dejarnos impregnar de Dios, que es con mucho lo principal y lo mejor, no podemos decir lo mismo, ya que el Señor sale siempre al encuentro de todo el que le busca, o como dicen San Agustín haciendo hablar a Dios ¨no me buscarías si no me hubieses ya encontrado¨.
Siempre y en todo lugar, si el hombre pide la ayuda de Dios, podrá cumplir la divina voluntad y cumpliéndola llegará a adquirir la mejor y más segura formación.
¨Hijo mío, para mí lo más querido, lo más dulce, lo más grato, ha sido siempre, y ahora lo es, que se haga en mí y de mí lo que sea más del agrado de Dios. Sólo deseo estar en todo de acuerdo con su voluntad y obedecer a ella¨. (IC 107). Por eso llegó a ser copia tan perfecta de Jesucristo. ¨Jesús es el hombre que nunca hizo su voluntad, siempre realizó la voluntad del Padre¨.
¨Cada hermano es, al mismo tiempo y durante toda la vida, formando y formador, ya que hay siempre algo que aprender de todos y que enseñar...¨(Const. 23,3).
Agradezcamos al Señor las ventajas de vivir en comunidad religiosa, donde todos podemos ir enriqueciéndonos cada día, y entre todos poco a poco formar el hombre nuevo, mostrar a los que nos contemplan la belleza sublime de Cristo resucitado y glorioso.
¨Conviene recordar aquí los términos del mensaje del Papa Juan Pablo II a los religiosos del Brasil: ¨será, pues, bueno que los jóvenes, durante el período de formación, residan en comunidades en las que no debe faltar ninguna de las condiciones exigidas para una formación completa: espiritual, intelectual, cultural, litúrgica, comunitaria y pastoral; condiciones que raramente se encuentran todas reunidas en las pequeñas comunidades. En consecuencia, es siempre indispensable tomar de la experiencia pedagógica de la Iglesia todo lo que puede hacer efectiva y enriquecer la formación, en una comunidad adaptada a las personas y a su vocación religiosa, o si es el caso, a su vocación sacerdotal¨. (IDGP IX, 2,2, pp.243-244). (DCIS 27. Roma, 2, febrero, 1990).
No comments:
Post a Comment